CORRIENTES ARMÓNICAS


La industria moderna no ha sido ajena al impacto de las nuevas tecnologías y sus efectos colaterales. Hoy en día es muy común encontrarnos con variadores de velocidad, UPS (fuentes de alimentación ininterrumpida), computadoras, balastros, rectificadores y toda una amplia gama de componentes electrónicos que, a diferencia de cómo era hace unas décadas, han elevado la presencia de corrientes armónicas en las redes eléctricas.

La presencia de estas corrientes armónicas en la red viene asociada a:

• Conductores de neutro que se sobrecalientan, aun cuando el circuito eléctrico esté bien balanceado.
• Transformadores sumergidos en aceite que se calientan como si estuvieran sobrecargados y empiezan a generar gases combustibles.
• Interruptores con unidades de disparo que operan sin haber ocurrido una falla.
• Tarjetas electrónicas que se queman sin causa aparente.

Al igual que sucede con el desbalanceo de cargas, algunos fenómenos relacionados con las corrientes armónicas son muy comunes en instalaciones donde predominan las cargas monofásicas. La diferencia entre un sistema trifásico equilibrado más neutro con cargas lineales respecto a otro con cargas monofásicas no lineales es que, en el primer caso, las corrientes que circulan por cada una de las fases se van a anular en el neutro debido que están desfasadas en el tiempo un tercio del periodo, 120°, y su sumatoria es igual a cero. En el segundo caso, los armónicos impares, “triplens”, múltiplos del tercer armónico, 3, 5, 7, 9 no se anulan, se suman, incrementando significativamente el valor de la corriente que circular por el conductor de neutro elevando también su temperatura.

Entre los equipos más sensibles a las corrientes armónicas tenemos:

• Equipo de cómputo
• Transformadores de distribución
• Generadores
• Bancos de capacitores
• Equipo de electrónica de potencia
• Motores