NUESTROS TERMÓGRAFOS

El personal no sólo está certificado. Se trata de ingenieros y/o técnicos de campo que, además de hacer inspecciones, tienen amplia experiencia en las áreas de mantenimiento eléctrico predictivo, preventivo y correctivo.

Contrario a lo que mucho suponen, hacer inspecciones termográficas y capturar termogramas no es como “tomar fotografías”. Desde luego no se pretende demeritar el talento de los fotógrafos, sino delimitar las características y propósitos de cada disciplina. Una inspección termográfica significativa, que aporte gran valor a los objetivos del cliente, depende en mucho de la habilidad del termógrafo y de su experiencia para interpretar las imágenes de los hallazgos.

¡No detectar una anomalía puede resultar igual de costoso que hacer un diagnóstico inadecuado!

La experiencia que tienen nuestros termógrafos en la supervisión y/o reparación de anomalías térmicas, “puntos calientes”, durante los mantenimientos programados les confiere una gran ventaja al momento de analizar las imágenes, hacer diagnósticos y emitir las recomendaciones que se entregan a los clientes.

Es importante resaltar que, antes de cada inspección, nuestros termógrafos se reúnen con el cliente para presentarse y clarificar las necesidades u objetivos de la inspección. Asimismo, para conocer los pormenores de ésta, los reglamentos de seguridad a seguir, y a la persona de la planta que le acompañará durante el recorrido señalando la ruta y aportando datos precisos para la identificación de los equipos y/o componentes que se estén inspeccionando, y de las condiciones bajo las cuales estén operando.

Para obtener la certificación, nuestros termógrafos debieron:

• Atender cuarenta horas de estudio en el aula y aprobar un examen por cada nivel de certificación.
• Hacer una demostración práctica documentada aplicando las teorías y conocimientos adquiridos durante el entrenamiento, misma que se envía al organismo certificador para su evaluación y aprobación.