Casos Documentados

enero 7, 2016

La termografía infrarroja es otra técnica predictiva que ofrece muchas ventajas. Al ser la temperatura uno de los mejores indicadores de anomalías, la aplicación de ésta bien puede servir de punto de partida para detectar patrones térmicos de riesgo tales como: conexiones flojas internas cuando éstas están muy próximas al exterior y pueden tener como origen un arco de alta energía, radiadores bloqueados, o bajo nivel de aceite.

Una anomalía térmica detectada en el secundario de un transformador de 2000 kVA en junio del 2003 sugería la posible existencia de una conexión floja en el interior del transformador (véase la fig. 1).

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Fig 1. Conexión floja interna detectada con termografía infrarroja y confirmada con una cromatografía de gases.

La cromatografía de gases realizada el día 7 de Junio 2003, confirmó el diagnóstico. Los resultados arrojaron menos de un 0.5% de gases combustibles, lo cual pudiera parecer normal si no se advierte la presencia de acetileno, gas asociado con arqueos debido a la cantidad de energía que se libera.

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Tabla. 2. Resultados de las cromatografías.

Empleando el método de diagnóstico de M. Duval Fig. 2 podemos observar cual era la tendencia de esta anomalía: Un arqueo = anomalía térmica 300°C < T< 700°C.

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Fig.2 Triángulo de Duval. Desarrollado a partir de una base de datos de más de 10,000 transformadores.

En principio se desvirtuó el hallazgo dado el contenido tan bajo en el porcentaje total de gas combustible, lo cual no fue una buena decisión, ya que 3 meses después la cantidad de gas era completamente de alarma y el equipo tuvo que enviarse a reparación con todo lo que implicó, en términos económicos ¡Por suerte! No ocurrió un accidente.

Cabe mencionar que el aceite puede oxidarse a partir de la formación de pequeñas cantidades de monóxido de carbono (CO) y bióxido de carbono (CO2) volviéndolo más ácido.